viernes, 3 de diciembre de 2010

¿Qué hay?

Las
farolas
parecen
frías
y
luminosas.


Las
miradas
rojas
de
oscuridad.

Hay
frenos
y nervios
hay
ciento
volando
y pájaros
sin
acelerador.

Hay
Montmartre,
y pintores
sin sol.

Hay
cielos
y
más
muertos.
Y vivos
que matar.

y señales
en rojo,
y espuma
de afeitar,
y tiempo
que se
empaña
a tu antojo.

Hay
lágrimas
y
cocodrilos.
Hay
espasmos
cenizas
y vinos.

Cantimploras
para
el
aburrimiento
futbolines
contra
la soledad,
humo
negro
que esnifar,
y
cromos
intercambiados
en un recreo.

Hay
esperma
y hay
hambre.

Hay
decisiones
y
esperanzas.

Voluntades
y corrupciones.

Suicidios
y
vidas.

Hay
llamadas
de auxilio
y
cervezas
llenas
de poesía.

Hay
versos,
claro,
hay mitades
y dos
naranjas.

Hay composiciones
pianos
y hasta
sandwiches
de niebla.

Hay suerte
y precipicio
hay
tapones
contra
la ansiedad
y
marihuana
para
provocarla.

Hay cafés
y palabras.

Hay amor
París
y trenes.

Hay
hasta
estaciones
y vagones
Hay
genes
y desesperaciones

Hay
inquietudes
y
maestros.

Hay fuentes
y agua.
Espirales
y aeropuertos.

Dinero
y nada.

Hay
labios
y
futuros.

Hay
ayeres
Hay
mañanas.

Hay
tetas
y gemidos.

Hay trasteros
maleteros
compartidos.

Hay violaciones
consentidas.

Hay páginas
en blanco,
muchas
páginas en
blanco,
hay finales
que te
marcan la
vida.

Hay droga
inoportuna
hay cautivos
desengaños,

hay polvos
esperados,
y concesiones
en busca
de un desliz
urgente.

Hay medicinas,
y pastillas
contra
el sueño
el embarazo
y el dolor
de cabeza.

Hay
posturas
y sociedades
retroalimentadas.

Hay censura
y comunismo
y dictaduras,
que ya
no es lo
mismo.

Hay
Chés
y
nazis
de mierda.

Hay caracolas
que suenan
a mar.

Hay infancias
y heroína.

Hipotecas
y huelga
general.

No hay
sindicatos
ni partidos
de izquierda,
no hay
muros
ya
que asaltar,
no hay
revoluciones
ni quema
de banderas,
y el pueblo
vomita
el partido
popular.

Hay guantes
de invierno
y accidentes
de
tráfico.

Hay nieve
hay fuego
y brazos
en los que
llorar.

Hay canciones
que suenan
a despedida,
y un adiós
que no vuelve
a vibrar.

Hay consoladores,
sartenes,
balancines,
incluso
alfileres
donde
guardar
recuerdos.

Hay
espías
y cámaras
de seguridad
hay
un Marlboro
que no prende
hay
que
pedir fuego
siempre
para follar.

Hay medallas
para el
analfabeto,
hay programas
que ensuciar,
hay luces
plumas
y
dedos.

Hay un
vaso
de agua
que
para el tiempo
y un reloj
de arena
que
no
calma la sed.

Hay Gran vía
y Recoletos.

Hay Bukowskis
Nerudas
y Hemingways.

Hay estancias
que se cobran
por hora,
hay papeles
que luchan
en los despachos
altavoces
donde
apagar
el llanto
y balcones
donde
sonreír
las horas.

Habitaciones
que limpian
la almohada,
hay sociedades
anónimas limitadas
hay recursos
para
parir
a Dios.

Religiones
que abusan
por uso
hay tradiciones
que no saben
de escrúpulos
hay farmacias
donde venden
condones
y pídoras
para follar
a la virgen
que repite
por gracia.

Hay Macarenas
que no cobran
por completos,
y Don Juanes
que lo llevan
en secreto.

Hay puzzles
y sandías
hay croquetas
y abuelas
que cocinan
con seis
estrellas
Michelín
al día.

Hay firmamentos
que no dejan huella.

Hay años
luz
tatuados
en la tierra.

Aves maría
y padrenuestro.
Mentiras
y convencimientos
de fe.

Hay anarquismo
y empatía,
hay pasodobles
y cócteles
contra la
Bruja María.

Colchones
hechos
a remojo,
pañuelos
secos
de limpiar
antifaces.

Máscaras
que ensucian
golondrinas,
rivales
de los que
escapar,
teclas
que piden
un whisky con hielo
cigarrillos
que se cierran
por no delatar.

Culpables
que tiemblan
sinceros,
computadoras
por las que
invernar.

Hay
golpes
que
siembran
deseo.

Hay
diciembres
alineados
por
asfaltar.

Que
el
microondas
no encienda
el gol
del
día.

Que
no
me caliente
el corazón.

Que apaguen
tu triste
luna
amarilla.

Que
los
versos
borracho
se escriben
mejor.

Cruda realidad.

Existen
aceras
que
ya no
son
besos.

Mueren
los versos
porno
ser
las olas.

Resaca
de nieve
que
me
lleva
hacia ti.

Espuma
dorada
que
envuelve
las horas.

Ya no
quedan
motivos.

Ni
veranos
sobre
el mar.

Sólo
el tinto
del vino.

Sólo
arrugas
que
desalojar.

Ni
más
miel
sin
tu boca.

Ni estancias
rozando
la copa.

Hay frío
y las miradas
se secan.

Fóllame
el alma.

Que yo
quiero
remar
en el viento
que destroza
el silencio.

Verdad absoluta.

Hay
calles
que
desembarcar.

Y eso
me
importa
más.

Hay
desnudos
que
follar.
Y eso
es
lo
que
quiero.

Hay
viajes
y libros
que aprender.

Hay versos.
Existen
muchos versos.
Y
a
los
míos
nadie
les
echa un ojo.

Lo siento.

Te quiero.

No.

Yo
sólo
quiero
hacerte
el
amor.

Excusas.

Claro
que sigo
fumando.
Que
me gustan
las noches
de invierno.
Que
me da
miedo
la muerte.
Que
lloro
pensando
en
París.

Seguro
que
encuentro
a
Amélie
rodeada
en el
lavabo.

Fijo
que
me quiero
ir lejos
a encontrar
palabras.

Sólo
eso.

Nada
material.

Orgasmos
que
consigan
volverme
nervioso

o

tarado.


Necesito
cinturas
y
cremalleras
que
desabrochar.

Digo rara.

Que suene
el sólo
que me
deje
pensando.

Estoy
enamorado
de
Amélie.

De su
magia
y
mi
horizonte.

Del verde
desilusión
y el rojo
de su vida
mi pasión.

Quiero vivir,
quiero decir,
más allá
de estar despierto.

Me gustan
las miradas
lejanas.

Y más
si sonríen.

Me vuelven
locos
los lunares.

Más abajo,
más.

Estoy
enamorado
de París.

No me
importa
la blanca
sólo
las ganas

Quiero
alguien
diferente.

Loca
No.

Completamente
loca.

No.
Que
me
vuelva
loco.

miércoles, 24 de noviembre de 2010

Importancia relativa.

"El ecologismo
es la
solución
a todos
nuestros
problemas"

dictó
la política
mundial.

Y
sólo
sobrevivieron
dos o tres
contenedores
de colores
fríos.

sábado, 20 de noviembre de 2010

Cualquier tiempo pasado fue mejor.

Ahora
que soy
versos
de Ángel González
filtrados
en tu voz

que circula
por mis venas
tu mezcla
de corazón
y comunismo

que
me faltan
tus brazos
para celebrar
un buen gol

y las palabras
exactas
de Allende
en su último
discurso.

Ahora
que te veo
enfrente
en el espejo

que
me has
hecho crecer
por Paris
Estambul
Budapest
Roma
y Oviedo.

que
intento
imitar
bigote
y empatía.

Hoy
que ya
no suenan
los presuntos
implicados

que
hace
tiempo
que no
vamos
juntos
al estadio

que
nadie
me ha vuelto
a hablar
con valentía
de la muerte.

Hoy
que
sobran
cuatrocientos
kilómetros
y pico

y
que
me gustaría
rebobinar
en el tiempo

para
que volvieras
detrás
a decirme
cómo
coloco
la barrera.

sábado, 13 de noviembre de 2010

Público.

Los poetas
no escriben
lo que piensan.

Los poetas
piensan
lo que no escriben,

lo que no
se atreven
a escribir.

miércoles, 10 de noviembre de 2010

La prueba definitiva.

Si
borramos
del mapa
a todos
los mortales,
aquí
no queda
ni Dios.

martes, 9 de noviembre de 2010

Vacío de bersos.

No puedo
escribir
ni una
sóla
palabra.

Será
porque
ya
ha llegado
el frío

y
el viento
que
grita
y golpea
en fuertes
oleadas
ha arrancado
mis últimas
ideas.

O
mejor
acusaré
como culpables
a la panda
de sucios
realistas
que
me roban
el tiempo
me destrozan
la cabeza
y siempre
me dan
más
ganas
de vivir,
pero que
nunca
he conseguido
imitar.

No lo sé.

Pero
esta
noche
no
he cubierto
la soledad
de mis versos
de carne
y hueso

ni he sido
capaz
de encontrar
dos lunares
casi
simétricos
en la
oscuridad
encerrada
en
menos
de 90
centímetros

ni he podido
morder
y
oler
-al mismo tiempo-
el sabor
a poesía
de
su cuello.

sábado, 23 de octubre de 2010

Partido de cero.

Todo
está
rajado
de
límites.

La solución
será
suavizar
la herida,
morder
sin clavar,
quemar
y no arder.

Pero
cómo
se puede
morir
para
vivir
eternamente.

jueves, 21 de octubre de 2010

Érase una vez el amor.

[Música: Comptine d’un autre été, L’après midi]

Coge
el metro
hasta Pigalle,
sí,
la línea
verde
(oscuro).

Camina
cerca del
Moulin Rouge
y comienza a subir
rue Lepic,
respira
un poco.

Párate
espérate
aunque sea dos
o tres minutos
en la esquina
de Les deux
molins.
Roba
algún
beso.

Ya parece
que sabe mejor.

Agárrate fuerte
de su mano
y sigue el
slalom
por las calles
empedradas
de Montmartre

hasta llegar
a la
pintoresca
plaza
que dibuja
toda
la magia de
la ciudad.

Es buen
momento
para volverse
a rozar.

El camino
que continúa
sólo
es apto
para soñadores.

Unos pasos más
adelante.

Llegando
a las puertas
del (sagrado)
corazón.

Ya está.

Mírala.
Y vuelve a mirarla
todas las veces que
haga falta
porque
puede que tardes
mucho tiempo
en sentir
algo así.

Está
anocheciendo.

¿No está preciosa?

Al fondo,
detrás
de ella,
se van apagando
poco a poco
todas
las luces
que inundan
París.

Abre los ojos.

Ahora.
Cuando
la noche
apaga
sus últimas
luces.
En los
días encerrados
que huelen
a nada
y menos.
Cuando
la vida
está fuera
volviéndose
loca
y yo
sólo
escribo.
Ahora o
en cualquier
momento
siento
un remolino
de ganas
de vivir.
Romper
grilletes
correrme
las calles
caerme
y levantar
el vuelo.

Ahora
estas noches
que siento
que
quiero
más.

Que
quiero
vivir
después
de
estar
despierto.

jueves, 7 de octubre de 2010

Ni creamos, ni destruímos.

Estos versos
me hacen más falta
-ahora-
que una bicicleta
pero
se quedan pequeños
al lado
de pedalear
las subidas
y bajadas
del día a día.

Aquel cigarrillo
volteó más de una vida
y ahora
sólo pido
que este fuego
no se apague
ni en días
de lluvia.

Desde
tiempo cero.
Hasta
que sumes
lo suficiente.

Ahora
o
antes.
"Ayeres"
contra
mañanas.

Todo
es relativo.

No
existe
nada
insustituible,
aunque
tarde
en llegar.

Lavoisier
lo dijo
un poco
más fácil:

Todo
se
transforma.

miércoles, 6 de octubre de 2010

Verdadero o falso.

¿Qué hay
de verdad
en todo esto?
¿Qué hay
de mentira?

Reducción.

Pasan
los días
y sigo
haciendo
esfuerzos
de autoreflexión
para llegar
a conocerme.

Me miro al espejo
para deshacer
el reflejo
y empezar
por mis principios.

Pienso lo que pienso,
quiero decir
pienso
después
de
pensar.

Estoy
intentando
llevarme,
que no es poco.

Pensar
antes de
vivir.
Eso es.
Aunque
luego no sirva
de nada.

Necesito
alcanzar
un equilibrio.
Alambres
divergentes
que no acaban
de conectar.
Grilletes
interiores.

Voy
a
pensar.

Luego ya saldré
fuera.

Y nunca más
pasará
por mi cabeza
esto que acabo
de decir.

viernes, 1 de octubre de 2010

Tarde.

Por la ventana
sólo se ve
la luz
de dos farolas.

Oscuridad
y humo
que miran
para atrás
me han hecho
parar
pensar
rascarme
la barba
más de 60
veces
por minuto.

Cómo
se escoge

Cómo
se echa de menos.
¿Cómo
se echa de menos?

Sólo
marcas
la diferencia
cuando
sucede
algo más jodido.

Me gusta
vivir
y siempre
sé lo que
quiero
y nunca
sé cómo.

Hay veces...
las veces
que me gustaría
no escribir

porque si no
escribo
es que
no me hace falta
para sobrevivir

y eso
siempre es bueno.

Aquí
y allá
las huellas
a veces
no se borran.

Y tanta
importancia
para nada
Y tanto
nada
que tanto
importa.

Y
joder
ahora
me acuerdo
de todo.

Eso
es
lo que
quiero
decir.

La
oscuridad
de la ciudad.

Que
hay veces
que tienes
todo

Y
por la ventana
sólo se ve
la luz
de dos farolas.

lunes, 27 de septiembre de 2010

Ahora.

Si
aprovechara
todo
el
t
i
e
m
p
o
que
pierdo
en decir
futuro

me
importaría
menos
llegar
a ser
(tarde
o temprano)
mortal.

miércoles, 22 de septiembre de 2010

Pólvora mojada.

Los
vivos
piensan
en
la
muerte

todas las noches.

domingo, 19 de septiembre de 2010

Notas aclaratorias.

Ahora
quiero
parar
las horas
que suenen
las olas
que se rompa
el tiempo
en tus
caderas
movedizas.

Sólo
quiero
vivir

que es
más difícil
que estar despierto.

Ahora
me preocupan
tres canciones
y dos libros

para
apagar
el fuego

y lo quemaría
todo por ti,

raíz
cuadrada
de
cuarenta
y nueve.

Mejor
al
desnudo

y que
mojemos
la almohada
al tocarnos.

Me
voy

que
yo
sólo
quiero
vivir

y a veces
me muero.

Lo jodido
será
cuando
ya no
pueda escribirte

y me quemen
las cenizas
esparcidas
por
yo
qué

dónde.

miércoles, 14 de julio de 2010

"Los aeropuertos sacan lo peor de cada uno" (Pleno: 21º de 21 poemas por cada duda)

Te cierran
la boca
de salida.

Sudas
mañanas
para llegar
a tiempo.

No
busques
una rubia
para facturar
o te
excluirá
del vuelo.

Mis
cigarrillos
que buscan
quemar
mis maletas
pagan
el exceso
mis zapatos
ya andan
cansados
de tener
que frenar.

El
café
es
un intento
de agua
manchada
en
desconcierto.

Los
controles
fomentan
el amor
a primera
vista.
Se busca
sexo
en los
cacheos.

La
zona
de espera
desespera
hay niños
que se mean
hay carreras
y
monedas
que ruedan
por el suelo
y
números
que no encajan
despedidas
y
avisos
pasados
de moda
y
algún loco
que
guarda silencio.

Turbulencias
agarradas
al asiento,
tormentas
que acojonan
al piloto.

Desestimemos
el aterrizaje
forzoso,
escuchemos
canciones
de autoayuda
y subamos
al autobús
del último
turno.

Los
aviones
siempre
nos
crearán
dudas.

Los
aeropuertos
sacan
lo peor
de cada
uno.

viernes, 2 de julio de 2010

"Domingos a las 11 y media" (20º de 21 poemas por cada duda)

El
último
desde la
204 de
St Sebastian.

La
ventana
abierta
ya
a la vuelta,
cada dos
minutos
la suave
y oscura
brisa
se va llevando
las historias
que quedaron
por escribir.

Me lío
un cigarrillo
me acuerdo
en dos segundos
de tres semanas.

Y
no dejo
de pensar
en las
casualidades
ordenadas
por fecha
causa
y origen.

Me
gusta
sumar
gente
a mi vida.

Agregar
rincones
por el
mundo.

Sobre todo
pensamientos.
Mejor
si
difieren.
Mejor
si son
tan extraños
que nunca
antes
podría haber
llegado
a imaginarlos.

Me sirve
todo
lo vivido.
No voy
a aparcar
nada
en el garaje
sucio
de polvo
del olvido.

Me noto
más grande.
Por fuera
por dentro.

Ahora
que me dan
facilidades
parece
que se me
da bien
esto
de vivir.

Apúntenlo.
Es una buena
forma
de pasar
el día
a día.

"World Kap(lan)" (19º de 21 poemas por cada duda)

Son
desconocidos
para mí.

Pero
en pocos
días
nos hemos
llevado
bastante
bien,
diría
incluso
que nos
hemos
cogido
cariño.

Y ahora
después
de beber
seis
vasos
o más
de vino
de incorporar
a mis venas
tres
o cuatro
pintas
de Carlsberg
me atrevería
a afirmar
que les
echaré
de menos.

Empezó todo
muy solitario
y acabó
entre risas
multitudinarias.
Creo
que me quedaré
con el camino.
Creo
que
he crecido
con mis cinco
sentidos.

Me gusta
la mezcla
de razas
y culturas.

No olvidaré
las discusiones
todos en contra
de Berlusconi
la frontera
entre Siria
e Israel
y el alcohol
prohibido
pero necesario
para bromear.
La distancia
entre Martinica
y París,
y sus reservados.
Las orgullosas
preferencias,
la cocina
italiana,
you know.

La cerveza
más barata,
los partidos
del Mundial,
Holborn Station,
o la última
cena.

La primera
en Cable.
Hyde Park
o Camden.

Me imagino
que a más
de mil
kilómetros
y con menos
grados
en mi cuerpo,
podré
contaros
mejor
cómo
mejoró
mi
pronunsiesion.

Porque
he aprendido.
También inglés.
Pero lo más
importante
me lo han enseñado
diferentes acentos.

miércoles, 30 de junio de 2010

"Lo reconozco" (18ºde 21 poemas por cada duda)

Él
era
así.

Tres cuartos
de debilidad,
uno de
aventura.

Le interesaba
rodearse
de vivos
para
llenarse
de versos.

Y nunca
olvidaba
el camino.

No sabía
despedirse,
pero se moría
por volver.

Y jamás se
cansaba
de descubrir
rincones,
de calles
y de cuerpos.

Solía
volar
alto.
Pero
sus alas
habían
sido
cosidas
a costa
de otros.

Y le jodía
tener
que morir
algún día.
Por eso
buscaba
la mejor
manera
de afrontarlo.

Pero
no podía
dejar de fumar.
Ni de calarse
los labios.

Y el corazón
le latía
a la izquierda,
quiero decir,
más de lo normal.
Y muy rápido.

Y luego estaba
ella,
y su problema
de adicción.

Y los
kilómetros
que se habían
inventado
para nada.

Siempre me hablaba
de los pequeños
detalles
que marcaban
su sonrisa.
De las
palabras
que hacían
temblar
su cerebro.

Que leía bien
y escribir,
sabía escribir,
como todo el mundo.
Pero que se
conformaba
con eso.

Y me reconocía
sus intentos
fallidos
por sonar.

Y que tenía
preguntas
sin resolver,
que a veces
se asustaba
de la vida.

Que no sabía
escoger.
Pero que
nunca se
arrepentía.

Que
ardía
con su
continuo
choque
de ideas.

Yo le veía
cada día,
jugando
a crecer.

Echándose
a la espalda
alguna ciudad.

Una mañana,
al despertar,
pasé
frente al
espejo
algo más de
ocho
segundos.

Desde
entonces,
nunca
más
he vuelto
a tener
noticias
suyas.

martes, 29 de junio de 2010

"Puzzles sin terminar" (17º de 21 poemas por cada duda)

Últimamente
no puedo creerme
de ningún lugar.
Simplemente
vivo todo
lo que puedo
por cada rincón
que descubro.

Y conozco
más pensamientos,
extraños o
muertos
extranjeros o no
qué más da,
y me sumergo
en el día a día
de lo que no dura
más de unas
pocas semanas.

Supongo
que esta es
la vida que querré
algún día
también.
Conocer lunes
y sábados
lejos
de lo conocido
pararme a
pensar
a tres mil
kilómetros
de mi casa.

Pero
ahora
o en tres días
déjenme
bañarme
una semana
con la compañía
de los que
me vieron
sobre todo
los que
me hicieron
crecer.
Que ya es hora.

Hay para los dos
y para más.
Ahora
valen
incluso
son necesarios
anuncios
nostálgicos
de Mahou
creerse
más pequeño
cuando te habla
la voz que
secaba
tus lágrimas
infantiles.

Ya
estoy acostumbrado
a encontrarme
a oscuras.
Pero quiero
recrearme
en el ambiente
de los momentos
olvidados.

Y tampoco quiero
sumar uno más.
Sino
perderme
dejarme
llevar
y que me
vuelvan
a ayudar
equilibradamente
a sostenerme
en el bordillo
de la vida.

Porque cada
momento
con ellos,
es momento
para aprender,
y ahora
más que nunca
hay que
exprimirlos
hasta la última
gota.

Porque
cada vez
que me miro
en el espejo
los veo
mezclados.

Es
mi culpa.

Yo
copio
sus
gestos.

Yo
quiero
llegar a ser
como ellos.

lunes, 28 de junio de 2010

"Primera línea de playa" (16º de 21 poemas por cada duda)

Querré volver
en días azules
al microclima
de Lincoln's Inn Fields.

A tranquilizarme
viendo
la ida
y la venida
de las pelotas
de tenis,
su pausada
caricia
con la raqueta.

A encender
el cigarro de
después
(de comer).

A bañarme
tumbado
en su verde
alfombra.

A leer
Saroyan,
a escribir,
en medio
del
murmullo
silencioso
del
leve
movimiento
de las hojas
al pasar
la brisa
de la una
del
sol que
alumbra
y no hace daño.

Porque
es una isla
en medio
del metrónomo
en "presto"
de la gran ciudad.

Porque
aquí
el tráfico
ensordecedor
se vuelve
somnífero
golpe
de olas
contra rocas
(como música
de fondo),
y los aviones
son gaviotas
que planean
a lo lejos
soltando
un mensaje
por cada estela.

Porque
por un instante,
o quince minutos,
se vacían
las oficinas basura
y el reloj
de la rutina se para.
Para respirar,
para vivir.

Volveré
aquí.
Seguro.
Y me quedaré
hasta que
dos palomas
se acerquen
y consigan
volverme
nervioso.

"Gol fantasma" (15º de 21 poemas por cada duda)

Los domingos
en Londres
el sol
se atreve
a salir
un poco más
que otras veces.

Y los pubs
se llenan
de incondicionales.
Y las terrazas
de gente selecta.
Y los vagones
de metro
se empujan
para poder
respirar,
y llegar
a su destino
sin desangrarse
de sudor.

Hyde Park
rebosa
de gente
apurando
el día libre
comiéndose
el estrés
de la semana
arrimándose
a su corro
entre trago
y trago.

Y de
extraños
patinando
de partidos
multiculturales
sin marcador
de ocas
exhibiéndose
en la orilla.
(además
de otras
actividades
indescifrables
e indescriptibles
para el narrador).

No importa
que las mujeres
musulmanas
tengan que
abrigarse
sólo publicando
sus dos ojos.
(Y ahogándose
por cada grado).

No importa
que Inglaterra
se elimine
estrepitosamente
del Mundial.

Porque
en Londres
hoy es
domingo,
y el sol
se atreve
a salir
más que
otras veces.

domingo, 27 de junio de 2010

"Me acojona dar miedo"(14º de 21 poemas por cada duda)

Northern line
cerrada.
Y sólo
me faltaba
una estación.

A la aventura
de medianoche.
Aparecen
edificios
desconocidos
minifaldas
borrachas
de risa floja
carreras
que no cesan
ni en la
oscuridad.

Pienso
qué hacer
creo que
estoy perdido.
Pregunto
y no entiendo
bien,
y el portero
del Rocket
me manda
en dirección
contraria.
(Los porteros
siempre jodiendo).

Un poco
desesperado
procuro
sacar respuesta
de una chica
que me habla
mientras
intenta
escapar.
(Y eso
que iba
con camisa).

Y me doy
la vuelta.
Sigo su
dirección,
porque es
casualmente
la misma.

Ella gira
el cuello
dos o tres veces
se cree
que la persigo
se asusta
de mi soledad.
Sólo
entonces
me pongo
nervioso,
hago
lo posible
por no pisar
sus huellas
por caminar
más lento
y que se aleje.
Casi
cruzo
la calle.

Después
de varios
ataques
al estilo
"Lance Armstrong"
la pierdo
de vista,
suspiro
de alivio
me fumo
un cigarro
espero
al bus
trescientos
y pico,
o tres más
que también
me valen.

Al final
sólo
llegue
un poco
más tarde
de lo
previsto.
Pero,
chica,
qué
susto.

sábado, 26 de junio de 2010

"Sediento de carne" (13º de 21 poemas por cada duda)

Necesito
una estación
que termine
en femenino
en tú genero
(mi preferido)
para quedarme
toda la noche.

Quiero
tener
entre mis manos
la intimidad
de tu cintura
la larga
soledad
de tus piernas.

Echo en falta
fumarte los labios
en suaves mordiscos
redondear mi lengua
en tu cuello
y bajarme
de él
y rociarte
tus esquinas.

Pido a voz en
grito
tu sugerente
falda
para descubrir
nuevos horizontes
que acaben
por eliminar
cuentas pendientes.

Me vuelvo loco
de perderme
sólo
en mi lado
izquierdo
de la cama.

Necesito
calor
y sudar
con tu piel
y enroscarme
a tu vida,
a tu día
a día
y a tu noche
que siempre
acaba en domingo.

Que acabemos
empapados
en aliento
silencioso
y ensordezor.
Que me sonrías
cuando te bese
y se te enciendan
tus dos lunares.

A ambos
lados
a kilómetros
a versos
y canciones.

Me apetece
tanto
tu alma...


Mañana me voy
de la ventiuno.
Echaré de menos
está habitación
Ni puta idea
por qué.

jueves, 24 de junio de 2010

"Sabores y palabras" (12º de 21 poemas por cada duda)

Me
quedan
veintidós
páginas
para terminar
el libro.

Y no
quiero
llegar al final.

Sí,
creo que
dos o tres
capítulos.

Pero
no quiero
dejarlo
aparcado
porque
seguramente
no lo volveré
a coger
en mi vida.

Es igual
que
las buenas
épocas.

A veces
vale más
no tirar
del hilo
no acelerarse
dejar que
las cosas
se mantengan
como están.

Porque
puede que
estén
tan interiorizadas
que cuando
llegue
el último
punto
las hojas
en blanco
los anuncios
de nuevos
ejemplares
te sientas
confuso
sin saber
si volverás
a saborear
algo
tan bueno
como lo que
acabas
de probar.

Es igual
que los
últimos
labios
de aquella
chica.

Lo mismo
que la
noche
de despedida
de calor
en su
habitación.

Claro
que me gustaría
continuar leyendo
esta historia
por mucho tiempo.

Pero
creo
que es tarde
para
pedirle favores
a Saroyan.

Al menos
ella
está
Viva.


http://www.youtube.com/watch?v=qCMwGo6OPdA

miércoles, 23 de junio de 2010

"Pitido final" (11º de 21 poemas por cada duda)

Cuidado
crisis
mundial.

Pero
de
política
innecesaria.

Dictaduras
escondidas
bajo
prostitutas
de lujo.

Socialistas,
,que se venden
como
malas putas,
que
joden
al obrero.

"El
peligro
está
en la masa"

Trabajadores
del mundo
(unidos)
que votan
a extrema
derecha.

Fascistas
populistas
que
hablan
como
monos.

Juventudes
y Sindicatos
que no dicen
nada
de
nada.

Viejos
revolucionarios
que son tratados
como locos.

Recesiones
sin
reflexiones
inmediatas.

Tu banco
tiene
problemas
de liquidez
resueltos
por
ayudas del
Gobierno,
mientras
tu cuenta
está sin blanca.

A
dónde
vamos
a parar.

Mejor
poner velos
y no ver
lo que pasa.

Mejor
quitar burkas
y preocuparnos
por el Mundial.

http://www.youtube.com/watch?v=HwKoOoiAM0E

martes, 22 de junio de 2010

"Se buscan vivos" (10º de 21 poemas por cada duda)

Cómo
te llamas.
Cómo
se pronuncia.

De dónde
dices que vienes.
Qué
quieres
encontrar
aquí.

Cuánto
tiempo
te queda(s).
A quién
conoces.

Qué
años
tienes.



¿Sabes
vivir?
"That is
the question".


http://www.youtube.com/watch?v=jftXj-uLZvM&feature=related

"Rimas que no entienden de banderas" (9º de 21 poemas por cada duda)

Una
media
luna,
y una
estrella.
El rojo
achinado
sol.

La
canarinha
marca un gol.
Tricolor
acento
a carrera.

Firme
ruptura
del martillo
y la hoz.
De la URSS
no queda
ya ni huella.

Al aparato
-creo-
un soñador.
Desde
la habitación
cuatro
sin fronteras.

http://www.youtube.com/watch?v=-RK8BTURLhs

lunes, 21 de junio de 2010

"Londres no es Madrid" (8º de 21 poemas por cada duda)

Londres
no es
Madrid.

Y eso
se nota
en el
ambiente.

Las calles
no suenan igual,
los coches
son de derechas.

La prisa
es una constante
que molesta
a la estación
de metro
cada mañana.

Los horarios
de constumbre
te joden
la digestión,
y puedes
vomitar
o tirar a la basura
dos horas
al día.

Londres
no es
Madrid.

Y eso
lo veo
en la gente.

El camarero
no comenta
el partido.
Y te saca
one pound more
si tienes "pinta"
de fuera.
(Y encima
espera
propina).

¡Sin palillos¡
¡Sin pinchos de
tortilla!
Sin Manolos
o sus Lolas,
aquí no está
tu bar
de la esquina.

Londres
no es
Madrid.

Ni Oxford
Street
es Gran vía.

Y no cambio
mi cortado
de después
de comer,
por estarbacks
congelados
de oficina.

http://www.youtube.com/watch?v=_bLoPRlm0Hc

domingo, 20 de junio de 2010

"Que viene el coco" (7º de 21 poemas por cada duda)

Desde
hace varios
años
(más o menos diez)
hasta esta
noche silenciosa
de sábado
apagada de luces
apoyada sobre
humos y distancias.

En todo
este tiempo
no he podido
enfrentarme
(sin esconderme
bajo la almohada)
a mis dos
constantes
y aceleradas
preocupaciones:

Tengo miedo
a que mañana
o cualquier invierno
venga la SOLEDAD
de ser un nadie
entre el ruido
de la gente.

Y
-tras varios
intentos
de superación-
sigo
sin poder
asumir
que
a mis cercanos
compañeros
incluso a mí
nos despida
sin avisar
la
vacía
corriente
remada
de la MUERTE.

Qué triste paradoja.

http://www.youtube.com/watch?v=J_Fd8beg8WE

sábado, 19 de junio de 2010

"Yo creía que les gustaban las chicas" (6º de 21 poemas por cada duda)

Había llegado
dos días pronto
a la gran ciudad
para acomodarse
sin ninguna prisa

porque
en su estricta familia
había dinero
suficiente
como para eso
y para mucho más.

No se dejó ver
mucho
los primeros días.
Por las circunstancias,
no porque
no pudiera gastar
las calles
o sintiera vergüenza
a navegar
sin compañía.

Pero esa noche
se sentía libre
de su isla
y decidió salir
de la nativa
habitación
del Oeste.

Él
,en cambio,
estaba acostumbrado
a volar
para conseguir
sus objetivos.

Era su pasión
y su ocupación,
hasta hace unos meses
cuando le jodieron
bien jodido.

Entonces
sacó de la cabina
su bombona de oxígeno
su chaleco salvavidas
y decidió seguir
mirando a las nubes,
pero esta vez
con los pies en el suelo.

Y emprendió
un viaje indefinido
hacia la misma ciudad.
Sólo para decir
lo que pensaba
con otras palabras.

No contaba los días
porque quizás
nunca se iría.
Pero se veía obligado
a mimar
con especial cuidado
su cartera.
Él ya tenía
experiencia
como para saber
qué necesitaba
llevar
en el camino
(y que necesitaría
suficiente cash).
Pero la fiesta
del dieciocho
era
un buen momento
para dejarse ver.

Esa noche
de viernes
ambos se conocieron
(creo que
yo les presenté)
en un garito
de Londres
que encierra
a todo tipo
de personas
bajo su cueva.

Al principio,
no cruzaron
palabra.
Más tarde
se miraron
y empezaron
a bailar.

Entonces
sucedió.
Se fueron
lejos
de la multitud
lejos
del ruido
sudoroso,
y fue
sólo entonces
cuando nació
su
extraña
historia.

Ambos
se quedaron
a querer vivir,
y ahora
todos los sábados
pasean
juntos y
confusos
por el viejo mercado
de Portobello Road.

jueves, 17 de junio de 2010

"One Heineken, please" (5º de 21 poemas por cada duda)

No me gusta
ni la mitad
de lo que escribo.

Pero
tengo la necesidad
de soltarlo.

Escupo cada palabra
en el papel
porque
se me hace
imposible
guardármela.

Y mucho menos
cuando estoy sólo.

Y mucho mejor
cuando bebo
algunos litros
de cerveza.

Es simple.
Me apetece
vivir
dejando por el camino
lo que pasa
por mi cabeza.

Siento
un alivio interior
como cuando tienes
un orgasmo
(exagerando
extremadamente).

No me gusta
ni la mitad
de lo que escribo

pero al menos
me sirve
como álbum
de recuerdos.

No se preocupen.
He empezado
a medicarme
hace meses
con pequeñas dosis
con Bukowski
con Saroyan
con Ginsberg,
he abierto
lo mirado
hace años
desenterrando
Ángeles
y Marios.

No me gusta
ni la mitad
de lo que escribo.

Pero
algo habrá
que hacer
si empezamos
perdiendo
en el Mundial.

Dudando de corazón. (4º de 21 poemas por cada duda)

Me piden
que compare
Londres
con mi ciudad.

Y es
la primera vez
que dudo
sobre su nombre.

Quizás
sea egoísta
si no tiro
de mi pasado vivo
hacia el norte.

No puedo
hacer oídos sordos
porque hace mucho ruido
cuando echo la vista atrás
y encuentro
cada persona
cada sentimiento
cada rincón
que me ha hecho
manternerme vivo
durante tantos años
(hablando desde
mis dieciocho).

Todos los lunes
o viernes
incluso
los domingos
a las once y media
de la noche,
cuando me sentía
agobiado
por la rutina
por no encontrar
nuevos caminos
o simplemente
por el mal resultado
del partido
recién concluido.

Quizás
porque hace meses
me he bajado
en el lugar necesario
en el momento justo.

Quizás porque mi día a día
de mi futuro más cercano
(este mismo septiembre,
sin alejarme mucho)
se encuentre allí,
en el centro.

Tal vez
porque no me imagino
volver.

O porque
no quiero
sábados
sin mojarme la boca
con tu piel
sin quemarme las manos
sin morder la soledad
hasta el amanecer
mientras juntamos
los cuerpos.

No sé.
Tal vez
tenga
suficientes motivos.

Pero hoy
me han pedido
que compare
Londres
con mi ciudad.

Y es
la primera vez
que dudo.
¿Cuál es su nombre?

martes, 15 de junio de 2010

Mientras cierro a Saroyan, (3º de 21 poemas por cada duda)

un hombre
recoge todas
las monedas
(que serán pocas)
de la fuente de
Trafalgar Square.

Mientras,
la muchedumbre
reunida para
comer
sonreír
gritar
dar de comer a las palomas
le mira asombrada
incluso le tira fotos
haciéndole creerse
un valiente loco.

El vigilante,
uniforme andante,
le pide
le suplica
que salga
please.

Él
levanta la vista
pero no se detiene
hasta recolectar
unas cuantas.
Y cuando se da
por satisfecho
salta afuera
con una pasmosa
tranquilidad.

Sí.
Muy mojado
de cintura para
abajo.
Siendo el centro
de atención
de toda la plaza.
Pero algo más rico
o menos pobre
(que está mejor
utilizado
según los tiempos
que corren)
que el resto.

Le enseña
las monedas
al guardia,
que sigue sorprendido.
Se las guard(i)a
en su bolsillo derecho
y se va,
sin fijarse
en su alrededor,
para continuar
su camino.

Todos
seguimos sus huellas
(los chorros que deja)
hasta que
le perdemos de vista
cuando entra en la calle
que sale hacia Westminster.

Salud,
compañero.
Que te siente
bien
la cerveza ganada
entre el agua
de la fuente.
(que no
por el sudor
de tu frente,
pero ahora
vale todo).

Cinco minutos después,
cuando dejo de escribir,
todavía llevo puesta
la sonrisa en la boca.
Y reabro
"La comedia humana".

lunes, 14 de junio de 2010

Picadilly-Leicester Square (2º de 21 poemas por cada duda)

Oleadas multicolores
se suceden calle tras calle,
rápidamente,
sin mirar a su alrededor.
Sólo buscan una meta,
un final de
punto y seguido
que es el mismo
día tras día.
Su camino es una pérdida
de tiempo.

Mientras,
las estatuas
de Leicester Square
miran con indiferencia
los flashes
disparados
cuerpo a cuerpo
por turistas
con sonrisas de oreja a oreja
(sin pasar por el cerebro
o eso parece).

Los letreros luminosos
ya no destacan
porque todos son
casi iguales
(Y todos dicen
casi nada).

Sigue siendo junio,
pero aquí cada hora
se cambia de estación,
y cada segundo
de línea de metro.

Yo sigo sentado
dando pinceladas
retratando la tarde.

Pero las palomas
de la plaza
están envueltas
en un concurso de
gemidos.
¿Cuál conseguirá
llevarse el gato al agua?

Alrededor
nadie les hace caso.

Principio de incertidumbre (1º de 21 poemas por cada duda)

Otra vez volando lejos
llevándome sólo conmigo.
(Des)pegando grandes saltos
viajando por encima
de las nubes
sin paracaídas.

Aterrizando forzadamente,
sosteniéndome a la deriva
(que queda por Inglaterra),
pronunciando
con acento
de no andar por casa,
y un poquito acojonado
que no viene nada mal
reconocer(me)lo.
Siempre fumando.

Bajo tierra
y bien cargado,
que pese el calor
de lo que dejo.
Caminando entre nadie,
usando bocanadas de aire
para no perderme.
Sudando a chorros
el silencio.

Y driblando
la oscuridad londinense,
al fin llegué.
A la soledad encerrada
de la 21B
de Halsmere Road.

jueves, 10 de junio de 2010

Un mensaje nuevo.

Menos mal
que
acabo
de encontrar
un mechero
entre
el silencio
de la noche.

Volvieron
los días grises
y empapados
a la ciudad
pequeña.

Junté
recuerdos
pasados
y
presentes.

Ya no me acuerdo
del olvido.

Deshice las
maletas
por poco tiempo.

Me afeité
para sentirme
como antes
como en casa.

Caminé
algunos días
más sólo.

Otros
me llené
de palabras.

Me gustaba
rodearme
de gestos
conocidos.

Sí.
Es mi otra
vida
(Es que ahora
tengo dos).

Pero
(te)siento
igual
cuando me envías
señales de humo.

También cuando
te imagino
pedaleando
rincones
extranjeros.

Qué rápido
te volaste.

Y ahora,
como siempre hago,
vuelvo
a pedir
más días
para vivirte.

Siempre
pensando
en un futuro
cercano.

Es
mi
gran
problema.

Menos mal
que
acabo
de encontrar
un mechero
entre
el silencio
de la noche.

jueves, 3 de junio de 2010

Encima de la mesa.

Estas
primeras
noches
de verano

de
tres
buenos
versos
(de los que
nunca fallan)
dos
palabras
golpeando
mi garganta
cada vez
que te pienso
un
cigarrillo
inspirado
en la ventana
de la soledad

Ángel
Mario
Antonio

Te
quiero

Mi Chesterfield ardiendo de nada.

martes, 1 de junio de 2010

Adiós corazón.

La mañana
azul
soleada
silenciosa

triste

es
un estruendo
en el principio
de incertidumbre
de un verano
asfixiado.

Ya
no tengo
tu respiración
para
seguir
vivo.

jueves, 27 de mayo de 2010

Sin escapatoria.

Joder.
Todos
en fila india.
Desde el principio.

Obligados
a pertenecer
al sistema
prevaleciente,
que siempre
es el mismo
para todos.

Y no te desvíes,
porque
te juzgarán
como un loco
te joderán
todo lo que puedan
si no consigues
objetivos
que contribuyan
al bienestar
de la sociedad.

A veces
me pregunto
cuál es
la forma
de sentirte vivo.

Creo que sólo llega
cuando puedes recordar
(en vida)
cuatrocientas
treinta y un mil
quinientas
veintidós
cosas
que no
te han hecho sentir
indiferente,

lejos,
muy lejos,
de los
deberes ocupacionales
del "buen ciudadano".

Porque
un poco
más
tarde
no
te acordarás
de nada.

¿O es que
nadie piensa
en la muerte?

Pobres felices.

Yo escribo
una reflexión
que no tendrá relevancia,
después de
poner una lavadora
derivar(parcialmente)
fumarme un cigarillo...

Sin salirme
de las reglas
del juego.

jueves, 13 de mayo de 2010

(In)esperado.

Casi
como
estos días
de lluvia
de Mayo.


De repente

me acostumbré
a encontrarte
a mi lado.

domingo, 9 de mayo de 2010

¿Alguna duda?

Ocho
de
la tarde.
Un poco
más, quizás.

Llueve,
hacemos
cola,
tengo
las manos
ocupadas:

Me llevo
a la boca
tabaco.
El peor
que he fumado
nunca.

Da lo mismo.

No sabe,
sólo
siento
lo cerca que estás
cuando me coges
la mano derecha.

Pasan
cientos
de personas
engalanadas.
Mejor dicho,
merengadas.
Quito la vista
(me empalagan
demasiado).

Hoy
se decide
la Liga.

CASI
no me
importa.

Sigo
pensando
en acercarme
más.

Dos
entradas
en la mano
Dos
gotas
nos mojan
el flequillo.

Enciendes
un cigarro
Me vuelvo.

Coño,
mi profesor
de Constitucional
está
esperando, también.

Me río.
Miro
de nuevo.

No somos
tan diferentes
pienso.

Cuando deja
la alambrada
de la Universidad,
quizás
encienda
los primeros
acordes
(un, dos, tres...)
de
Daiquiri Blues,
también.

También
se moja
en el
lluvioso sábado
de Madrid.

También
tiene
una
chica
al lado
que
le
hará
temblar
(O no).

Pienso
en
mi parecido
con él
y me río.

Dame
un beso.

Pego
la penúltima
calada
profundamente
antes de entrar.

Me cruzo
con él
me siento
en superioridad.

"Le estaba
explicando
a usted
que a mi lado
camina
la sonrisa
más
bonita
de todo
Madrid"
(le digo)

(...)

Hoy
cuando
te marchabas
dejando
fría
mi habitación
le
envié
un e-mail:

"Ni
se le
ocurra
pedir
revisión".

martes, 4 de mayo de 2010

Escribir por hablar.

Me atrevo
a escribir
sobre
los cigarrillos
el viento de mayo
dos o tres desconocidos que parecen no pensar
la guitarra de cinco cuerdas
el fútbol
Bukowski Saroyan Ginsberg
porque
nunca me leerán
y no hablarán mal
de mí.

lunes, 3 de mayo de 2010

Sinónimos calados.

Entre la oscuridad de la noche
y la mañana amarilla de Domingo,
prefiero acostarme contigo
sin dormir hasta las
siete y diecisiete.

Tatuándonos
las sombras,
juntando el calor,
librando en el colchón
una batalla de amar.
(porque sí sabes).

Así.
La Oscuridad de la noche
y la Mañana Amarilla de Domingo.
Sinónimos latiendo
cada vez más deprisa.

Así,
cuando tú me sonrías
no me quedaré sin palabras.

jueves, 29 de abril de 2010

Y se elimina mi Barça en tu Champions.

Cada vez que te beso
se me encogen los labios.
Tengo miedo
de engancharme
a voz en grito.

Vienes y te vas,
Rápido.
Ten cuidado.

Estos días soleados
me piden robarte
y enseñarte
las calles de Madrid.

No importa
que las conozcas.

Estoy
en otro juego.
Me gustas tanto
que me gustaría
rodar contigo.
Sólos, ten cuidado,
sólo quiero verte sonreír.

Estos días de brisa
leo a Bukowski,
sí,
qué pesado,
pero aunque no diga
lo mismo...
Los mismos versos
me piden
enseñarte
mi localización.

Porque hoy olvido
para quererte,
mañana quiero
brillar en el centro
de la muchedumbre.

Me gusta tu...
Me gustás tú.

Venga, no finjas,
Algo queda
que aprovechar.

Y será mejor
para los dos.

No quiero
envolverte
en palabras.

Ni ceñirme a
momentos.

Quiero, te quiero,
no me pidas más,
si contigo encuentro
todo lo que busco.

Guapa.
Mierda, no tenía
que haberlo pronunciado.

Qué coño pasa,
es lo que siento,
ríete, sí,
sonríe,
entonces ya me vale.

Entonces...
atréteve
escóndete para que te busque
encuéntrame
fúgate conmigo.

¿No crees
que es más bonito Madrid?

Cobarde cuando te digo
que te quedes.
Tendría que obligarte.

Dicen que me brilla
el corazón.

Es mentira.
Sólo quiero oxidarlo.

Ya sé que sabes.
Ya sé que esto va bien.

Sólo quiero que sea mejor.
Que ardamos juntos,
quémate conmigo.

Mucho más
y más
y más.

Ven.
Que tengo ganas
de
besarte.

domingo, 18 de abril de 2010

Sólo cuando parece oscuro.

Reunimos los silencios,
y las miradas ensayan encontrarse.
El guión tiembla
para no resultar automático,
a solas con el acorde insistente
y acelerado del juguete rojo
sobre el que apostar hoy abriles.

El tic-tac multicolor me hace daño,
pero sólo me irrito
cuando desapareces,
y aparecen versos
incompletos.

Me estoy fumando
rincones de tus labios,
madrugadas escondidas
bajo el colchón
de una primavera
de idas y venidas,
y si te puedes quedar, mejor.

La huella que dejan
caladas de humo.
sólo
cuando
parece
oscuro.

jueves, 8 de abril de 2010

Todo a la chica.

Cuando pierdes un all-in
no te queda otra
que asumir los errores cometidos.

Falló el gesto
al dar la última calada.
O el nerviosismo constante
que impidió mantener la calma
del ganador.
(-¡NO¡
Fue el azar,
que siempre me jode.)

Nunca
tendría que haber dejado escapar
la media hora con aquella chica.
(sin contar los últimos
diez minutos
que provocaban más encuentros).

Jugaba pensando
en engancharme más tiempo
a sus labios.
Y arriesgarme
para abrir alguna sonrisa.
Y fumarme sus respiraciones.
(aunque no redujera
la cantidad de cigarrillos.)

He perdido.
Pero ahora tengo claro
a qué apostar.

lunes, 22 de marzo de 2010

Inconformismo innecesario.

Abrir las cortinas de humo
(después de que cale la noche),
terminar de acompasar los latidos,
posar en el cenicero
todas las distancias evitables.

Desnudar a la debilidad,
Juntar abriles con mayos,
Contratar como escenario más Madrid.

"Agujerear" los relojes
(Que se escapen las horas),
Cerrar entre paréntesis la salida,
Ganarle el partido (de los domingos)
al silencio.

Yo sólo alisto proposiciones
para que cualquier día vuelvas
a hablarme de Truffaut y Godard
(o de cine japonés incluso).

martes, 16 de marzo de 2010

Cuentos para no dormir.

Ayer me contaron,

No jures banderas.
No existen las patrias.

No adores a ningún Dios,
que la fe es un opio
cobarde.
(y él no existe).

Y la muerte está lejana,
pero es infranqueable
como el horizonte.
(Como la conocí
una mañana del 97).

...

Cuando cayó La Moneda,
Allende habló
(eso sí es hablar)
sabiendo su muerte:

"Algún día
se abrirán
las grande alamedas
por donde caminará el hombre libre".

Asumamos lo efímero,
exprimamos nuestro tiempo
aunque no sea recordado.

Aunque no tengamos
un último aliento
Salvador.

Aunque nos duela reconocer(nos)
que algún día no seremos
NADA.

(Por el cielo
no se han avistado todavía
vuelos de almas.
Ni a bajo coste).

No juguemos, pues,
a ensalzar mentiras
para dejar de lado
cuentos para no dormir.

martes, 9 de marzo de 2010

Pequeños placeres (para vivos).

Los versos de los 50,
como Ángeles en Madrid.
Los sonidos desde Nashville.
El último roce
de labios.

Las gotas nostálgicas
de un día de lluvia.
Capital de provincia:
Volver a volver.

El silencio de Gran Vía,
de madrugada.
Las estaciones llenas
de dos mil destinos
(y cuatro andenes).

La primera calada,
las últimas palabras
que no se despiden.

Subir a la Torre Eiffel,
o a Malá Strana.
(Cayó el Muro de Berlín).

Incendiar la realidad,
cometer errores (que no fallos),
Beber de un trago la soledad
que es casi la muerte.

Y más puntos suspensivos
Y más tiempo que (es)fumar.
"Chinaski, estás despedido".