miércoles, 30 de junio de 2010

"Lo reconozco" (18ºde 21 poemas por cada duda)

Él
era
así.

Tres cuartos
de debilidad,
uno de
aventura.

Le interesaba
rodearse
de vivos
para
llenarse
de versos.

Y nunca
olvidaba
el camino.

No sabía
despedirse,
pero se moría
por volver.

Y jamás se
cansaba
de descubrir
rincones,
de calles
y de cuerpos.

Solía
volar
alto.
Pero
sus alas
habían
sido
cosidas
a costa
de otros.

Y le jodía
tener
que morir
algún día.
Por eso
buscaba
la mejor
manera
de afrontarlo.

Pero
no podía
dejar de fumar.
Ni de calarse
los labios.

Y el corazón
le latía
a la izquierda,
quiero decir,
más de lo normal.
Y muy rápido.

Y luego estaba
ella,
y su problema
de adicción.

Y los
kilómetros
que se habían
inventado
para nada.

Siempre me hablaba
de los pequeños
detalles
que marcaban
su sonrisa.
De las
palabras
que hacían
temblar
su cerebro.

Que leía bien
y escribir,
sabía escribir,
como todo el mundo.
Pero que se
conformaba
con eso.

Y me reconocía
sus intentos
fallidos
por sonar.

Y que tenía
preguntas
sin resolver,
que a veces
se asustaba
de la vida.

Que no sabía
escoger.
Pero que
nunca se
arrepentía.

Que
ardía
con su
continuo
choque
de ideas.

Yo le veía
cada día,
jugando
a crecer.

Echándose
a la espalda
alguna ciudad.

Una mañana,
al despertar,
pasé
frente al
espejo
algo más de
ocho
segundos.

Desde
entonces,
nunca
más
he vuelto
a tener
noticias
suyas.

martes, 29 de junio de 2010

"Puzzles sin terminar" (17º de 21 poemas por cada duda)

Últimamente
no puedo creerme
de ningún lugar.
Simplemente
vivo todo
lo que puedo
por cada rincón
que descubro.

Y conozco
más pensamientos,
extraños o
muertos
extranjeros o no
qué más da,
y me sumergo
en el día a día
de lo que no dura
más de unas
pocas semanas.

Supongo
que esta es
la vida que querré
algún día
también.
Conocer lunes
y sábados
lejos
de lo conocido
pararme a
pensar
a tres mil
kilómetros
de mi casa.

Pero
ahora
o en tres días
déjenme
bañarme
una semana
con la compañía
de los que
me vieron
sobre todo
los que
me hicieron
crecer.
Que ya es hora.

Hay para los dos
y para más.
Ahora
valen
incluso
son necesarios
anuncios
nostálgicos
de Mahou
creerse
más pequeño
cuando te habla
la voz que
secaba
tus lágrimas
infantiles.

Ya
estoy acostumbrado
a encontrarme
a oscuras.
Pero quiero
recrearme
en el ambiente
de los momentos
olvidados.

Y tampoco quiero
sumar uno más.
Sino
perderme
dejarme
llevar
y que me
vuelvan
a ayudar
equilibradamente
a sostenerme
en el bordillo
de la vida.

Porque cada
momento
con ellos,
es momento
para aprender,
y ahora
más que nunca
hay que
exprimirlos
hasta la última
gota.

Porque
cada vez
que me miro
en el espejo
los veo
mezclados.

Es
mi culpa.

Yo
copio
sus
gestos.

Yo
quiero
llegar a ser
como ellos.

lunes, 28 de junio de 2010

"Primera línea de playa" (16º de 21 poemas por cada duda)

Querré volver
en días azules
al microclima
de Lincoln's Inn Fields.

A tranquilizarme
viendo
la ida
y la venida
de las pelotas
de tenis,
su pausada
caricia
con la raqueta.

A encender
el cigarro de
después
(de comer).

A bañarme
tumbado
en su verde
alfombra.

A leer
Saroyan,
a escribir,
en medio
del
murmullo
silencioso
del
leve
movimiento
de las hojas
al pasar
la brisa
de la una
del
sol que
alumbra
y no hace daño.

Porque
es una isla
en medio
del metrónomo
en "presto"
de la gran ciudad.

Porque
aquí
el tráfico
ensordecedor
se vuelve
somnífero
golpe
de olas
contra rocas
(como música
de fondo),
y los aviones
son gaviotas
que planean
a lo lejos
soltando
un mensaje
por cada estela.

Porque
por un instante,
o quince minutos,
se vacían
las oficinas basura
y el reloj
de la rutina se para.
Para respirar,
para vivir.

Volveré
aquí.
Seguro.
Y me quedaré
hasta que
dos palomas
se acerquen
y consigan
volverme
nervioso.

"Gol fantasma" (15º de 21 poemas por cada duda)

Los domingos
en Londres
el sol
se atreve
a salir
un poco más
que otras veces.

Y los pubs
se llenan
de incondicionales.
Y las terrazas
de gente selecta.
Y los vagones
de metro
se empujan
para poder
respirar,
y llegar
a su destino
sin desangrarse
de sudor.

Hyde Park
rebosa
de gente
apurando
el día libre
comiéndose
el estrés
de la semana
arrimándose
a su corro
entre trago
y trago.

Y de
extraños
patinando
de partidos
multiculturales
sin marcador
de ocas
exhibiéndose
en la orilla.
(además
de otras
actividades
indescifrables
e indescriptibles
para el narrador).

No importa
que las mujeres
musulmanas
tengan que
abrigarse
sólo publicando
sus dos ojos.
(Y ahogándose
por cada grado).

No importa
que Inglaterra
se elimine
estrepitosamente
del Mundial.

Porque
en Londres
hoy es
domingo,
y el sol
se atreve
a salir
más que
otras veces.

domingo, 27 de junio de 2010

"Me acojona dar miedo"(14º de 21 poemas por cada duda)

Northern line
cerrada.
Y sólo
me faltaba
una estación.

A la aventura
de medianoche.
Aparecen
edificios
desconocidos
minifaldas
borrachas
de risa floja
carreras
que no cesan
ni en la
oscuridad.

Pienso
qué hacer
creo que
estoy perdido.
Pregunto
y no entiendo
bien,
y el portero
del Rocket
me manda
en dirección
contraria.
(Los porteros
siempre jodiendo).

Un poco
desesperado
procuro
sacar respuesta
de una chica
que me habla
mientras
intenta
escapar.
(Y eso
que iba
con camisa).

Y me doy
la vuelta.
Sigo su
dirección,
porque es
casualmente
la misma.

Ella gira
el cuello
dos o tres veces
se cree
que la persigo
se asusta
de mi soledad.
Sólo
entonces
me pongo
nervioso,
hago
lo posible
por no pisar
sus huellas
por caminar
más lento
y que se aleje.
Casi
cruzo
la calle.

Después
de varios
ataques
al estilo
"Lance Armstrong"
la pierdo
de vista,
suspiro
de alivio
me fumo
un cigarro
espero
al bus
trescientos
y pico,
o tres más
que también
me valen.

Al final
sólo
llegue
un poco
más tarde
de lo
previsto.
Pero,
chica,
qué
susto.

sábado, 26 de junio de 2010

"Sediento de carne" (13º de 21 poemas por cada duda)

Necesito
una estación
que termine
en femenino
en tú genero
(mi preferido)
para quedarme
toda la noche.

Quiero
tener
entre mis manos
la intimidad
de tu cintura
la larga
soledad
de tus piernas.

Echo en falta
fumarte los labios
en suaves mordiscos
redondear mi lengua
en tu cuello
y bajarme
de él
y rociarte
tus esquinas.

Pido a voz en
grito
tu sugerente
falda
para descubrir
nuevos horizontes
que acaben
por eliminar
cuentas pendientes.

Me vuelvo loco
de perderme
sólo
en mi lado
izquierdo
de la cama.

Necesito
calor
y sudar
con tu piel
y enroscarme
a tu vida,
a tu día
a día
y a tu noche
que siempre
acaba en domingo.

Que acabemos
empapados
en aliento
silencioso
y ensordezor.
Que me sonrías
cuando te bese
y se te enciendan
tus dos lunares.

A ambos
lados
a kilómetros
a versos
y canciones.

Me apetece
tanto
tu alma...


Mañana me voy
de la ventiuno.
Echaré de menos
está habitación
Ni puta idea
por qué.

jueves, 24 de junio de 2010

"Sabores y palabras" (12º de 21 poemas por cada duda)

Me
quedan
veintidós
páginas
para terminar
el libro.

Y no
quiero
llegar al final.

Sí,
creo que
dos o tres
capítulos.

Pero
no quiero
dejarlo
aparcado
porque
seguramente
no lo volveré
a coger
en mi vida.

Es igual
que
las buenas
épocas.

A veces
vale más
no tirar
del hilo
no acelerarse
dejar que
las cosas
se mantengan
como están.

Porque
puede que
estén
tan interiorizadas
que cuando
llegue
el último
punto
las hojas
en blanco
los anuncios
de nuevos
ejemplares
te sientas
confuso
sin saber
si volverás
a saborear
algo
tan bueno
como lo que
acabas
de probar.

Es igual
que los
últimos
labios
de aquella
chica.

Lo mismo
que la
noche
de despedida
de calor
en su
habitación.

Claro
que me gustaría
continuar leyendo
esta historia
por mucho tiempo.

Pero
creo
que es tarde
para
pedirle favores
a Saroyan.

Al menos
ella
está
Viva.


http://www.youtube.com/watch?v=qCMwGo6OPdA

miércoles, 23 de junio de 2010

"Pitido final" (11º de 21 poemas por cada duda)

Cuidado
crisis
mundial.

Pero
de
política
innecesaria.

Dictaduras
escondidas
bajo
prostitutas
de lujo.

Socialistas,
,que se venden
como
malas putas,
que
joden
al obrero.

"El
peligro
está
en la masa"

Trabajadores
del mundo
(unidos)
que votan
a extrema
derecha.

Fascistas
populistas
que
hablan
como
monos.

Juventudes
y Sindicatos
que no dicen
nada
de
nada.

Viejos
revolucionarios
que son tratados
como locos.

Recesiones
sin
reflexiones
inmediatas.

Tu banco
tiene
problemas
de liquidez
resueltos
por
ayudas del
Gobierno,
mientras
tu cuenta
está sin blanca.

A
dónde
vamos
a parar.

Mejor
poner velos
y no ver
lo que pasa.

Mejor
quitar burkas
y preocuparnos
por el Mundial.

http://www.youtube.com/watch?v=HwKoOoiAM0E

martes, 22 de junio de 2010

"Se buscan vivos" (10º de 21 poemas por cada duda)

Cómo
te llamas.
Cómo
se pronuncia.

De dónde
dices que vienes.
Qué
quieres
encontrar
aquí.

Cuánto
tiempo
te queda(s).
A quién
conoces.

Qué
años
tienes.



¿Sabes
vivir?
"That is
the question".


http://www.youtube.com/watch?v=jftXj-uLZvM&feature=related

"Rimas que no entienden de banderas" (9º de 21 poemas por cada duda)

Una
media
luna,
y una
estrella.
El rojo
achinado
sol.

La
canarinha
marca un gol.
Tricolor
acento
a carrera.

Firme
ruptura
del martillo
y la hoz.
De la URSS
no queda
ya ni huella.

Al aparato
-creo-
un soñador.
Desde
la habitación
cuatro
sin fronteras.

http://www.youtube.com/watch?v=-RK8BTURLhs

lunes, 21 de junio de 2010

"Londres no es Madrid" (8º de 21 poemas por cada duda)

Londres
no es
Madrid.

Y eso
se nota
en el
ambiente.

Las calles
no suenan igual,
los coches
son de derechas.

La prisa
es una constante
que molesta
a la estación
de metro
cada mañana.

Los horarios
de constumbre
te joden
la digestión,
y puedes
vomitar
o tirar a la basura
dos horas
al día.

Londres
no es
Madrid.

Y eso
lo veo
en la gente.

El camarero
no comenta
el partido.
Y te saca
one pound more
si tienes "pinta"
de fuera.
(Y encima
espera
propina).

¡Sin palillos¡
¡Sin pinchos de
tortilla!
Sin Manolos
o sus Lolas,
aquí no está
tu bar
de la esquina.

Londres
no es
Madrid.

Ni Oxford
Street
es Gran vía.

Y no cambio
mi cortado
de después
de comer,
por estarbacks
congelados
de oficina.

http://www.youtube.com/watch?v=_bLoPRlm0Hc

domingo, 20 de junio de 2010

"Que viene el coco" (7º de 21 poemas por cada duda)

Desde
hace varios
años
(más o menos diez)
hasta esta
noche silenciosa
de sábado
apagada de luces
apoyada sobre
humos y distancias.

En todo
este tiempo
no he podido
enfrentarme
(sin esconderme
bajo la almohada)
a mis dos
constantes
y aceleradas
preocupaciones:

Tengo miedo
a que mañana
o cualquier invierno
venga la SOLEDAD
de ser un nadie
entre el ruido
de la gente.

Y
-tras varios
intentos
de superación-
sigo
sin poder
asumir
que
a mis cercanos
compañeros
incluso a mí
nos despida
sin avisar
la
vacía
corriente
remada
de la MUERTE.

Qué triste paradoja.

http://www.youtube.com/watch?v=J_Fd8beg8WE

sábado, 19 de junio de 2010

"Yo creía que les gustaban las chicas" (6º de 21 poemas por cada duda)

Había llegado
dos días pronto
a la gran ciudad
para acomodarse
sin ninguna prisa

porque
en su estricta familia
había dinero
suficiente
como para eso
y para mucho más.

No se dejó ver
mucho
los primeros días.
Por las circunstancias,
no porque
no pudiera gastar
las calles
o sintiera vergüenza
a navegar
sin compañía.

Pero esa noche
se sentía libre
de su isla
y decidió salir
de la nativa
habitación
del Oeste.

Él
,en cambio,
estaba acostumbrado
a volar
para conseguir
sus objetivos.

Era su pasión
y su ocupación,
hasta hace unos meses
cuando le jodieron
bien jodido.

Entonces
sacó de la cabina
su bombona de oxígeno
su chaleco salvavidas
y decidió seguir
mirando a las nubes,
pero esta vez
con los pies en el suelo.

Y emprendió
un viaje indefinido
hacia la misma ciudad.
Sólo para decir
lo que pensaba
con otras palabras.

No contaba los días
porque quizás
nunca se iría.
Pero se veía obligado
a mimar
con especial cuidado
su cartera.
Él ya tenía
experiencia
como para saber
qué necesitaba
llevar
en el camino
(y que necesitaría
suficiente cash).
Pero la fiesta
del dieciocho
era
un buen momento
para dejarse ver.

Esa noche
de viernes
ambos se conocieron
(creo que
yo les presenté)
en un garito
de Londres
que encierra
a todo tipo
de personas
bajo su cueva.

Al principio,
no cruzaron
palabra.
Más tarde
se miraron
y empezaron
a bailar.

Entonces
sucedió.
Se fueron
lejos
de la multitud
lejos
del ruido
sudoroso,
y fue
sólo entonces
cuando nació
su
extraña
historia.

Ambos
se quedaron
a querer vivir,
y ahora
todos los sábados
pasean
juntos y
confusos
por el viejo mercado
de Portobello Road.

jueves, 17 de junio de 2010

"One Heineken, please" (5º de 21 poemas por cada duda)

No me gusta
ni la mitad
de lo que escribo.

Pero
tengo la necesidad
de soltarlo.

Escupo cada palabra
en el papel
porque
se me hace
imposible
guardármela.

Y mucho menos
cuando estoy sólo.

Y mucho mejor
cuando bebo
algunos litros
de cerveza.

Es simple.
Me apetece
vivir
dejando por el camino
lo que pasa
por mi cabeza.

Siento
un alivio interior
como cuando tienes
un orgasmo
(exagerando
extremadamente).

No me gusta
ni la mitad
de lo que escribo

pero al menos
me sirve
como álbum
de recuerdos.

No se preocupen.
He empezado
a medicarme
hace meses
con pequeñas dosis
con Bukowski
con Saroyan
con Ginsberg,
he abierto
lo mirado
hace años
desenterrando
Ángeles
y Marios.

No me gusta
ni la mitad
de lo que escribo.

Pero
algo habrá
que hacer
si empezamos
perdiendo
en el Mundial.

Dudando de corazón. (4º de 21 poemas por cada duda)

Me piden
que compare
Londres
con mi ciudad.

Y es
la primera vez
que dudo
sobre su nombre.

Quizás
sea egoísta
si no tiro
de mi pasado vivo
hacia el norte.

No puedo
hacer oídos sordos
porque hace mucho ruido
cuando echo la vista atrás
y encuentro
cada persona
cada sentimiento
cada rincón
que me ha hecho
manternerme vivo
durante tantos años
(hablando desde
mis dieciocho).

Todos los lunes
o viernes
incluso
los domingos
a las once y media
de la noche,
cuando me sentía
agobiado
por la rutina
por no encontrar
nuevos caminos
o simplemente
por el mal resultado
del partido
recién concluido.

Quizás
porque hace meses
me he bajado
en el lugar necesario
en el momento justo.

Quizás porque mi día a día
de mi futuro más cercano
(este mismo septiembre,
sin alejarme mucho)
se encuentre allí,
en el centro.

Tal vez
porque no me imagino
volver.

O porque
no quiero
sábados
sin mojarme la boca
con tu piel
sin quemarme las manos
sin morder la soledad
hasta el amanecer
mientras juntamos
los cuerpos.

No sé.
Tal vez
tenga
suficientes motivos.

Pero hoy
me han pedido
que compare
Londres
con mi ciudad.

Y es
la primera vez
que dudo.
¿Cuál es su nombre?

martes, 15 de junio de 2010

Mientras cierro a Saroyan, (3º de 21 poemas por cada duda)

un hombre
recoge todas
las monedas
(que serán pocas)
de la fuente de
Trafalgar Square.

Mientras,
la muchedumbre
reunida para
comer
sonreír
gritar
dar de comer a las palomas
le mira asombrada
incluso le tira fotos
haciéndole creerse
un valiente loco.

El vigilante,
uniforme andante,
le pide
le suplica
que salga
please.

Él
levanta la vista
pero no se detiene
hasta recolectar
unas cuantas.
Y cuando se da
por satisfecho
salta afuera
con una pasmosa
tranquilidad.

Sí.
Muy mojado
de cintura para
abajo.
Siendo el centro
de atención
de toda la plaza.
Pero algo más rico
o menos pobre
(que está mejor
utilizado
según los tiempos
que corren)
que el resto.

Le enseña
las monedas
al guardia,
que sigue sorprendido.
Se las guard(i)a
en su bolsillo derecho
y se va,
sin fijarse
en su alrededor,
para continuar
su camino.

Todos
seguimos sus huellas
(los chorros que deja)
hasta que
le perdemos de vista
cuando entra en la calle
que sale hacia Westminster.

Salud,
compañero.
Que te siente
bien
la cerveza ganada
entre el agua
de la fuente.
(que no
por el sudor
de tu frente,
pero ahora
vale todo).

Cinco minutos después,
cuando dejo de escribir,
todavía llevo puesta
la sonrisa en la boca.
Y reabro
"La comedia humana".

lunes, 14 de junio de 2010

Picadilly-Leicester Square (2º de 21 poemas por cada duda)

Oleadas multicolores
se suceden calle tras calle,
rápidamente,
sin mirar a su alrededor.
Sólo buscan una meta,
un final de
punto y seguido
que es el mismo
día tras día.
Su camino es una pérdida
de tiempo.

Mientras,
las estatuas
de Leicester Square
miran con indiferencia
los flashes
disparados
cuerpo a cuerpo
por turistas
con sonrisas de oreja a oreja
(sin pasar por el cerebro
o eso parece).

Los letreros luminosos
ya no destacan
porque todos son
casi iguales
(Y todos dicen
casi nada).

Sigue siendo junio,
pero aquí cada hora
se cambia de estación,
y cada segundo
de línea de metro.

Yo sigo sentado
dando pinceladas
retratando la tarde.

Pero las palomas
de la plaza
están envueltas
en un concurso de
gemidos.
¿Cuál conseguirá
llevarse el gato al agua?

Alrededor
nadie les hace caso.

Principio de incertidumbre (1º de 21 poemas por cada duda)

Otra vez volando lejos
llevándome sólo conmigo.
(Des)pegando grandes saltos
viajando por encima
de las nubes
sin paracaídas.

Aterrizando forzadamente,
sosteniéndome a la deriva
(que queda por Inglaterra),
pronunciando
con acento
de no andar por casa,
y un poquito acojonado
que no viene nada mal
reconocer(me)lo.
Siempre fumando.

Bajo tierra
y bien cargado,
que pese el calor
de lo que dejo.
Caminando entre nadie,
usando bocanadas de aire
para no perderme.
Sudando a chorros
el silencio.

Y driblando
la oscuridad londinense,
al fin llegué.
A la soledad encerrada
de la 21B
de Halsmere Road.

jueves, 10 de junio de 2010

Un mensaje nuevo.

Menos mal
que
acabo
de encontrar
un mechero
entre
el silencio
de la noche.

Volvieron
los días grises
y empapados
a la ciudad
pequeña.

Junté
recuerdos
pasados
y
presentes.

Ya no me acuerdo
del olvido.

Deshice las
maletas
por poco tiempo.

Me afeité
para sentirme
como antes
como en casa.

Caminé
algunos días
más sólo.

Otros
me llené
de palabras.

Me gustaba
rodearme
de gestos
conocidos.

Sí.
Es mi otra
vida
(Es que ahora
tengo dos).

Pero
(te)siento
igual
cuando me envías
señales de humo.

También cuando
te imagino
pedaleando
rincones
extranjeros.

Qué rápido
te volaste.

Y ahora,
como siempre hago,
vuelvo
a pedir
más días
para vivirte.

Siempre
pensando
en un futuro
cercano.

Es
mi
gran
problema.

Menos mal
que
acabo
de encontrar
un mechero
entre
el silencio
de la noche.

jueves, 3 de junio de 2010

Encima de la mesa.

Estas
primeras
noches
de verano

de
tres
buenos
versos
(de los que
nunca fallan)
dos
palabras
golpeando
mi garganta
cada vez
que te pienso
un
cigarrillo
inspirado
en la ventana
de la soledad

Ángel
Mario
Antonio

Te
quiero

Mi Chesterfield ardiendo de nada.

martes, 1 de junio de 2010

Adiós corazón.

La mañana
azul
soleada
silenciosa

triste

es
un estruendo
en el principio
de incertidumbre
de un verano
asfixiado.

Ya
no tengo
tu respiración
para
seguir
vivo.