viernes, 3 de diciembre de 2010

¿Qué hay?

Las
farolas
parecen
frías
y
luminosas.


Las
miradas
rojas
de
oscuridad.

Hay
frenos
y nervios
hay
ciento
volando
y pájaros
sin
acelerador.

Hay
Montmartre,
y pintores
sin sol.

Hay
cielos
y
más
muertos.
Y vivos
que matar.

y señales
en rojo,
y espuma
de afeitar,
y tiempo
que se
empaña
a tu antojo.

Hay
lágrimas
y
cocodrilos.
Hay
espasmos
cenizas
y vinos.

Cantimploras
para
el
aburrimiento
futbolines
contra
la soledad,
humo
negro
que esnifar,
y
cromos
intercambiados
en un recreo.

Hay
esperma
y hay
hambre.

Hay
decisiones
y
esperanzas.

Voluntades
y corrupciones.

Suicidios
y
vidas.

Hay
llamadas
de auxilio
y
cervezas
llenas
de poesía.

Hay
versos,
claro,
hay mitades
y dos
naranjas.

Hay composiciones
pianos
y hasta
sandwiches
de niebla.

Hay suerte
y precipicio
hay
tapones
contra
la ansiedad
y
marihuana
para
provocarla.

Hay cafés
y palabras.

Hay amor
París
y trenes.

Hay
hasta
estaciones
y vagones
Hay
genes
y desesperaciones

Hay
inquietudes
y
maestros.

Hay fuentes
y agua.
Espirales
y aeropuertos.

Dinero
y nada.

Hay
labios
y
futuros.

Hay
ayeres
Hay
mañanas.

Hay
tetas
y gemidos.

Hay trasteros
maleteros
compartidos.

Hay violaciones
consentidas.

Hay páginas
en blanco,
muchas
páginas en
blanco,
hay finales
que te
marcan la
vida.

Hay droga
inoportuna
hay cautivos
desengaños,

hay polvos
esperados,
y concesiones
en busca
de un desliz
urgente.

Hay medicinas,
y pastillas
contra
el sueño
el embarazo
y el dolor
de cabeza.

Hay
posturas
y sociedades
retroalimentadas.

Hay censura
y comunismo
y dictaduras,
que ya
no es lo
mismo.

Hay
Chés
y
nazis
de mierda.

Hay caracolas
que suenan
a mar.

Hay infancias
y heroína.

Hipotecas
y huelga
general.

No hay
sindicatos
ni partidos
de izquierda,
no hay
muros
ya
que asaltar,
no hay
revoluciones
ni quema
de banderas,
y el pueblo
vomita
el partido
popular.

Hay guantes
de invierno
y accidentes
de
tráfico.

Hay nieve
hay fuego
y brazos
en los que
llorar.

Hay canciones
que suenan
a despedida,
y un adiós
que no vuelve
a vibrar.

Hay consoladores,
sartenes,
balancines,
incluso
alfileres
donde
guardar
recuerdos.

Hay
espías
y cámaras
de seguridad
hay
un Marlboro
que no prende
hay
que
pedir fuego
siempre
para follar.

Hay medallas
para el
analfabeto,
hay programas
que ensuciar,
hay luces
plumas
y
dedos.

Hay un
vaso
de agua
que
para el tiempo
y un reloj
de arena
que
no
calma la sed.

Hay Gran vía
y Recoletos.

Hay Bukowskis
Nerudas
y Hemingways.

Hay estancias
que se cobran
por hora,
hay papeles
que luchan
en los despachos
altavoces
donde
apagar
el llanto
y balcones
donde
sonreír
las horas.

Habitaciones
que limpian
la almohada,
hay sociedades
anónimas limitadas
hay recursos
para
parir
a Dios.

Religiones
que abusan
por uso
hay tradiciones
que no saben
de escrúpulos
hay farmacias
donde venden
condones
y pídoras
para follar
a la virgen
que repite
por gracia.

Hay Macarenas
que no cobran
por completos,
y Don Juanes
que lo llevan
en secreto.

Hay puzzles
y sandías
hay croquetas
y abuelas
que cocinan
con seis
estrellas
Michelín
al día.

Hay firmamentos
que no dejan huella.

Hay años
luz
tatuados
en la tierra.

Aves maría
y padrenuestro.
Mentiras
y convencimientos
de fe.

Hay anarquismo
y empatía,
hay pasodobles
y cócteles
contra la
Bruja María.

Colchones
hechos
a remojo,
pañuelos
secos
de limpiar
antifaces.

Máscaras
que ensucian
golondrinas,
rivales
de los que
escapar,
teclas
que piden
un whisky con hielo
cigarrillos
que se cierran
por no delatar.

Culpables
que tiemblan
sinceros,
computadoras
por las que
invernar.

Hay
golpes
que
siembran
deseo.

Hay
diciembres
alineados
por
asfaltar.

Que
el
microondas
no encienda
el gol
del
día.

Que
no
me caliente
el corazón.

Que apaguen
tu triste
luna
amarilla.

Que
los
versos
borracho
se escriben
mejor.

Cruda realidad.

Existen
aceras
que
ya no
son
besos.

Mueren
los versos
porno
ser
las olas.

Resaca
de nieve
que
me
lleva
hacia ti.

Espuma
dorada
que
envuelve
las horas.

Ya no
quedan
motivos.

Ni
veranos
sobre
el mar.

Sólo
el tinto
del vino.

Sólo
arrugas
que
desalojar.

Ni
más
miel
sin
tu boca.

Ni estancias
rozando
la copa.

Hay frío
y las miradas
se secan.

Fóllame
el alma.

Que yo
quiero
remar
en el viento
que destroza
el silencio.

Verdad absoluta.

Hay
calles
que
desembarcar.

Y eso
me
importa
más.

Hay
desnudos
que
follar.
Y eso
es
lo
que
quiero.

Hay
viajes
y libros
que aprender.

Hay versos.
Existen
muchos versos.
Y
a
los
míos
nadie
les
echa un ojo.

Lo siento.

Te quiero.

No.

Yo
sólo
quiero
hacerte
el
amor.

Excusas.

Claro
que sigo
fumando.
Que
me gustan
las noches
de invierno.
Que
me da
miedo
la muerte.
Que
lloro
pensando
en
París.

Seguro
que
encuentro
a
Amélie
rodeada
en el
lavabo.

Fijo
que
me quiero
ir lejos
a encontrar
palabras.

Sólo
eso.

Nada
material.

Orgasmos
que
consigan
volverme
nervioso

o

tarado.


Necesito
cinturas
y
cremalleras
que
desabrochar.

Digo rara.

Que suene
el sólo
que me
deje
pensando.

Estoy
enamorado
de
Amélie.

De su
magia
y
mi
horizonte.

Del verde
desilusión
y el rojo
de su vida
mi pasión.

Quiero vivir,
quiero decir,
más allá
de estar despierto.

Me gustan
las miradas
lejanas.

Y más
si sonríen.

Me vuelven
locos
los lunares.

Más abajo,
más.

Estoy
enamorado
de París.

No me
importa
la blanca
sólo
las ganas

Quiero
alguien
diferente.

Loca
No.

Completamente
loca.

No.
Que
me
vuelva
loco.