martes, 16 de marzo de 2010

Cuentos para no dormir.

Ayer me contaron,

No jures banderas.
No existen las patrias.

No adores a ningún Dios,
que la fe es un opio
cobarde.
(y él no existe).

Y la muerte está lejana,
pero es infranqueable
como el horizonte.
(Como la conocí
una mañana del 97).

...

Cuando cayó La Moneda,
Allende habló
(eso sí es hablar)
sabiendo su muerte:

"Algún día
se abrirán
las grande alamedas
por donde caminará el hombre libre".

Asumamos lo efímero,
exprimamos nuestro tiempo
aunque no sea recordado.

Aunque no tengamos
un último aliento
Salvador.

Aunque nos duela reconocer(nos)
que algún día no seremos
NADA.

(Por el cielo
no se han avistado todavía
vuelos de almas.
Ni a bajo coste).

No juguemos, pues,
a ensalzar mentiras
para dejar de lado
cuentos para no dormir.

1 comentario:

Unknown dijo...

Me hubiera gustado poner "puta mierda tío". Pero éste es bueno. Es bueno, o igual estoy borracho.