Los versos de los 50,
como Ángeles en Madrid.
Los sonidos desde Nashville.
El último roce
de labios.
Las gotas nostálgicas
de un día de lluvia.
Capital de provincia:
Volver a volver.
El silencio de Gran Vía,
de madrugada.
Las estaciones llenas
de dos mil destinos
(y cuatro andenes).
La primera calada,
las últimas palabras
que no se despiden.
Subir a la Torre Eiffel,
o a Malá Strana.
(Cayó el Muro de Berlín).
Incendiar la realidad,
cometer errores (que no fallos),
Beber de un trago la soledad
que es casi la muerte.
Y más puntos suspensivos
Y más tiempo que (es)fumar.
"Chinaski, estás despedido".
1 comentario:
No esta mal querido!
Me gusta el nombre.
...Sonrie...
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