martes, 9 de marzo de 2010

Pequeños placeres (para vivos).

Los versos de los 50,
como Ángeles en Madrid.
Los sonidos desde Nashville.
El último roce
de labios.

Las gotas nostálgicas
de un día de lluvia.
Capital de provincia:
Volver a volver.

El silencio de Gran Vía,
de madrugada.
Las estaciones llenas
de dos mil destinos
(y cuatro andenes).

La primera calada,
las últimas palabras
que no se despiden.

Subir a la Torre Eiffel,
o a Malá Strana.
(Cayó el Muro de Berlín).

Incendiar la realidad,
cometer errores (que no fallos),
Beber de un trago la soledad
que es casi la muerte.

Y más puntos suspensivos
Y más tiempo que (es)fumar.
"Chinaski, estás despedido".

1 comentario:

Anónimo dijo...

No esta mal querido!


Me gusta el nombre.


...Sonrie...