lunes, 22 de marzo de 2010

Inconformismo innecesario.

Abrir las cortinas de humo
(después de que cale la noche),
terminar de acompasar los latidos,
posar en el cenicero
todas las distancias evitables.

Desnudar a la debilidad,
Juntar abriles con mayos,
Contratar como escenario más Madrid.

"Agujerear" los relojes
(Que se escapen las horas),
Cerrar entre paréntesis la salida,
Ganarle el partido (de los domingos)
al silencio.

Yo sólo alisto proposiciones
para que cualquier día vuelvas
a hablarme de Truffaut y Godard
(o de cine japonés incluso).

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