jueves, 8 de abril de 2010

Todo a la chica.

Cuando pierdes un all-in
no te queda otra
que asumir los errores cometidos.

Falló el gesto
al dar la última calada.
O el nerviosismo constante
que impidió mantener la calma
del ganador.
(-¡NO¡
Fue el azar,
que siempre me jode.)

Nunca
tendría que haber dejado escapar
la media hora con aquella chica.
(sin contar los últimos
diez minutos
que provocaban más encuentros).

Jugaba pensando
en engancharme más tiempo
a sus labios.
Y arriesgarme
para abrir alguna sonrisa.
Y fumarme sus respiraciones.
(aunque no redujera
la cantidad de cigarrillos.)

He perdido.
Pero ahora tengo claro
a qué apostar.

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