Sentía
frío dentro
de los
huesos
el bosque verde
se esparcía
a ambos lados
de la calzada
y el sol
me pegaba
suave en la
mejilla derecha
que hacía
catorce minutos
me habías
besado
Entonces
entendí
que nada tenía
menos sentido
que subirme
a ese vuelo de
vuelta
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